ESTA OBRA FUE PRODUCIDA CON EL PREMIO S 2009, EL FONDO NACIONAL DE LAS ARTES Y PROTEATRO

21 de marzo de 2012

NUEVO COMENTARIO DE ESPECTADORES

“Desde el comienzo una sorpresa. Oscuridad y palabras dulces, descripciones exquisitas que transportan al mundo donde todo se desarrollará.
Teatralidad en todo su abanico; actuaciones impecables que impregnan emociones en el espectador. La incomodidad una de ellas, la ilusión, la desilusión, la necesidad de soñar y volar alto, las mariposas del amor…
Hermosa historia, hermoso viaje.” 
Isabel Fagalde

19 de marzo de 2012

24 de febrero de 2012

24 de noviembre de 2011

La Boticaria en Pagina 12 - Las 12

las12
VIERNES, 18 DE NOVIEMBRE DE 2011
ESCENAS

El aburrimiento

La boticaria narra el tedio de una mujer sola bajo el mando de la dramaturga y directora Verónica McLoughlin, sobre un cuento de Antón Chejov. El arte de que todo pase bajo el río de la abulia y la indiferencia.

 Por Sonia Jaroslavsky
Verónica McLoughlin es actriz, docente de teatro, dramaturga y directora. Viene a paso firme y a fuerza de trabajo haciéndose un lugar en este campo teatral porteño. Allá lejos y hace tiempo codirigía a los actores de la bella Criaturas del aire, de Lucía Laragione, en la dirección de Luciano Cáceres. Además de dirigir, a Verónica se la puede ver actuando junto a Leonardo Saggese en Blanco después, de Nicolás Bolívar, y el año que viene junto a Juliana Muras, estrenarán la obra Una mujer que no duerme, que escribieron juntas basada en textos de Clarice Lispector.
Del semillero de alumnos de las clases de dramaturgia de Marcelo Bertuccio es que surgió un mundo singular y original que vuelca en sus obras (Voto de silencio, Pica pica bajada de cordón) y que después las lleva a escena. Este es el caso también de La boticaria, su último texto y espectáculo, inspirado en un cuento de Antón Chejov.
Vamos a la adaptación del cuento del reconocido Chejov. El primer objetivo fue el de transformarlo en texto dramático. El segundo, que el relato pueda ser actuado, y el tercero, que la situación descripta, suceda. Objetivos cumplidos por cierto. La adaptación incluye además, un cambio geográfico y de época. El cuento transcurre en Rusia, hace muchos años... La boticaria sucede en un pueblo de provincias, en una época más actual: los soldados del cuento se transforman en técnicos de cine que viajan al pueblo a filmar una película. Verónica McLoughlin relata que quiso mantener ese espíritu de cuento, y por eso la obra tiene momentos en los que los actores describen el espacio, en oscuridad. Sus voces nos cuentan, nos hacen imaginar un lugar, al igual que un cuento cuando es leído en voz alta y escuchado por otros.
Para Verónica, Chejov es un autor que no dice, que oculta, que sugiere: sutil e íntimo. Tanto en Voto de silencio, su espectáculo anterior, como en La boticaria vuelve el tema de la soledad de la mujer en un espacio lejos de la ciudad. “Sí, claro. Creo que las dos obras hablan de la soledad, tanto para el hombre como para la mujer. Por supuesto que al yo ser mujer, es muy posible que me apoye en personajes femeninos para contarlo. La boticaria está aburrida, que es uno de los estados más profundos de la soledad, según mi punto de vista. Es el estado que te aleja de todo, que te quita las ganas. Ella trata de entretenerse vinculándose con alguien, seduciendo y dejándose seducir. Pero al final, como siempre, el entretenimiento se termina y vuelve el aburrimiento y ahí está la soledad. Pero parece que no solo los personajes están solos... mis historias piden soledad para que se hagan presentes en escena.”
La historia es sencilla. En una noche muy calurosa de un pueblo de provincia, dos hombres: el Viejo (Mauricio Minetti) y Raúl, el joven (Francisco Espinal), que trabajan como técnicos para una película que se filma en ese lugar, desean acercarse a La Botica, con cualquier excusa que sirva para vincularse con la jovencita (Marianela Iglesia) que atiende el lugar y está casada con un hombre mucho mayor, dueño del negocio. La soledad y el tedio son también para los hombres de la ciudad que se aburren en el pueblo: “Creo que al Viejo también lo mueve el aburrimiento. El tedio de su propia realidad lo empuja a la aventura de acosar a una joven desconocida. Yo creo que en su fuero íntimo (y así lo trabajamos) sabe que no va a hacer nada con ella. Porque no es un violador ni un abusador, solo quiere vivir algo distinto. Y lo que me ayuda a contar esto es el vínculo con el Joven (encarnado por Francisco Espinal). El miedo que tiene el joven de un posible abuso del hombre es lo que cuenta y lo que asusta. La manera de contar esta parte ‘oscura’ no fue haciendo que el Viejo fuese oscuro, sino justamente a través del vínculo, por oposición y por reacción del otro personaje.” El subtexto, lo no dicho, late fuertemente. Al comienzo aparenta el futuro de una situación bastante violenta para con la joven. Pero esa situación se transforma, casi como en un cuento de hadas, e incluso surge una incipiente relación entre los dos jóvenes.¤
La boticaria. Domingos 18.30 hs. Teatro Anfitrión. Venezuela 3340. Reservas: 49312124. $ 50.

EL ESPACIO

CRITICA EN REPORT

3 comentarios 3

Es increíble la cantidad de sensaciones que despierta el discurrir de la historia…sensaciones que conviven con lo simple del detalle, gestos, miradas…con enormes y cotidianos sentimientos: amor, soledad, miedo…quietud.
Sos portadora de un don…y entre ellos, la capacidad de ver en lo pequeño y mínimo aquello que nos entrecruza, nos constituye como seres…
Salí con la sensación de inmovilidad con la que ambos actores cierran la historia.
Inmovilidad que muchas veces, en el día a día, nos invade…nos acompaña…y deja trunco un montón de proyectos, anhelos, deseos... Y a su vez, con la sensación de un mimo…tus obras son mimos para todo aquél que participa como espectador.
Gracias por tanta belleza, tanto detalle, tanto que decir en esa historia, en esas miradas y en esos cuerpos…Gracias por el mimo de ayer!
Laura Bagnato 

Hoy la función de la Boticaria estuvo re linda. Me reí mucho!
Pensé que como era la segunda vez que la veía ya no me iba a sorprender tanto, y la verdad que no fue así, sino todo lo contrario.
Me sorprendí a mi misma estando atenta al final, como si no supiera lo que iba a acontecer o, tal vez, esperando que aconteciera algo más. 
Lo bueno de ver una obra dos veces es que podés fijarte en otras cosas.
Tu obra es muy bella Vero, y está viva en cada rinconcito.
Mercedes Valenzuela

Hola Vero: hoy fuimos como ya sabias,  finalmente la vi, me gustó, me transporto a esas imágenes.
Me gustó la austeridad de escenografía, las actuaciones, me gustó.
Felicitaciones!!
Myriam Sosa

4 de noviembre de 2011

24 de octubre de 2011

11 de octubre de 2011

PALABRAS DE ESPECTADORES

Ante todo felicitaciones!   
Tu obra, tu creacion, es increible, hermosa y muy dulce. Sali literalmente derretido:  los actores, los personajes y la dulzura y tension de cada momento. Me enamore. Sali con una sensacion fuertisima en el pecho y por eso no podia irme sin darte un abrazo de agradecimiento por haber compartido esta obra.  Gracias. 
Has creado algo sumamente bello y sutil, y debes saberlo.   
Una critica desapegada puede ser la de mis sobrinas (15 años) que no tienen experiencia en teatro y son muy cortas de palabras. Me dijeron: "Me gusto mucho", "No se como hicieron para hacer la obra con tan pocas cosas", "Me imaginaba todo" y la ultima (quizas por esta cultura televisiva que tienen) "pense que iba a pasar cualquier cosa al final, que iba a terminar mal".   
Esa ultima frase es la que mejor te halaga. En su propio lenguaje mis sobrina quisieron decir que habia tal tension dramatica que cualquier cosa era posible. Ese beso - freaking beso - era cuestion de vida o muerte.  Y eso es el buen teatro, cuando algo se juega a fondo, cuando algo cobra su valor real: vida o muerte.      
Luego, mi piropo para tu obra es que - si escribiera - te entregaria con tanto gusto un texto mio...  Tu mirada, minimalista y romantica me lleno. Gracias!!. 
Nuevamente FELICITACIONES.     
Tu obra es muy bella.  
Hernán Sosa